Bogotá, 22 de agosto de 2025 — En el escenario de la historia humana, hay momentos que no solo se registran, sino que resuenan. La segunda Mesa Técnica de Seguimiento a los 40 acuerdos con cuidadoras y cuidadores de personas con discapacidad no fue simplemente una reunión. Fue una declaración. Una afirmación de que el cuidado, esa fuerza invisible que sostiene la vida, merece ser reconocido, protegido y dignificado.
Imagina por un momento el tejido social de una nación. No está hecho solo de leyes, edificios o discursos. Está entrelazado por manos que alimentan, que acompañan, que sostienen. Y en Colombia, esas manos tienen nombre: cuidadoras y cuidadores que, día tras día, enfrentan la carga de la dependencia sin que el Estado les haya dado, históricamente, el lugar que merecen.
El Ministerio de Salud presentó un protocolo de atención integral que ya alcanza el 70 % de avance. Más de 2.022 cuidadoras han sido registradas en 40 territorios. No es solo una cifra. Es el inicio de una cartografía del cuidado, una forma de decir: "Te vemos. Te contamos. Te incluimos."
El Departamento de Prosperidad Social reconoció que muchas cuidadoras fueron excluidas de la Renta Ciudadana. Y eso importa. Porque cuando el sistema falla en reconocer a quienes sostienen la vida, no es solo una omisión: es una fractura ética. En respuesta, se están revisando criterios junto al DNP y se articulan esfuerzos con MinAgricultura para entregar canastas alimentarias. Porque el cuidado también necesita ser alimentado.
El DNP está reescribiendo las reglas del juego. Incluir el cuidado como variable en el SISBÉN no es una simple modificación técnica. Es una revolución silenciosa. Es reconocer que el trabajo no remunerado tiene peso, tiene valor, tiene impacto.
El Ministerio del Trabajo confirmó la creación de perfiles ocupacionales para cuidadoras y asistentes personales. Y aunque falta la ruta de cualificación, el hecho de nombrar estas ocupaciones ya transforma el lenguaje del empleo. Colpensiones, por su parte, prepara talleres virtuales para explicar cómo la reforma pensional puede —y debe— incluir a quienes cuidan.